Durante el transcurso de estos últimos tres
meses, hemos podido obtener una mirada de las noticias que giran en torno a los
temas relacionados con Bogotá rural y sus municipios aledaños.
Bogotá, al ser ciudad capital, es el
territorio predilecto para los millones de migrantes del país, la ciudad tiene
un crecimiento desenfrenado en el cual, la sobrepoblación ha traído consigo
millones de problemas que se desarrollan por la incapacidad del estado para
contener a la gran cantidad demográfica.
En este lapso de tiempo pudimos analizar que
la ciudad de Bogotá tiene una fuerte presencia de sectores rurales, en los
cuales, hay nuevas dinámicas y mecanismos de tratar de perdurar con las
prácticas y hábitos campesinos y el cuidado a la tierra. Pero por otra parte,
también existen muchos problemas, entre ellos los más importantes e influyentes
son las peticiones de incorporación al distrito, es decir la legalidad de
sectores campesinos para establecerse como barrios legales de la ciudad y
compartir los privilegios y posibilidades que brinda el distrito.
Los municipios cercanos a la ciudad necesitan
más accesibilidad desde la capital, puesto que la mayoría de ellos son fuente
de mano de obra para la misma y además son quienes producen una gran parte de
alimentos para la misma y para el departamento.
En materia de políticas públicas, el distrito
está en un caos, si se puede llamar así, ya que no existe un conocimiento de la
cantidad total demográfica de la ciudad, lo que hace que las políticas desarrolladas
en la capital, sean equívocas o no cumplan con ninguna necesidad. El territorio
de la ciudad se está viendo perjudicado por la constante llegada de migrantes
de todo el país, las zonas verdes y reservas naturales se están agotando,
puesto que son los espacios predilectos para quienes llegan a la capital a
empezar de cero.
Ante esto, el distrito no tienen ningún
control ni medición, lo que hace más complejo el desarrollo de la ciudad y el
desarrollo de estas personas, ya que en materia de cobertura de servicios
públicos en su totalidad. Los sistemas de transporte ya no dan abasto en las
periferias de la ciudad y las personas tienen que vivir y requerir más gastos
para su movilidad.
Por otra parte, el distrito ha intentado
conectarse con los municipios aledaños y crear más cercanía, los proyectos de
movilidad, con uno de sus municipios más influyentes que es Soacha, ya se
aprobó, y se supone que debería empezar la primera fase a mediados de este año,
lo que aliviaría en una gran cantidad el tema de movilidad con este, por otro
lado, los municipios que se encuentran al norte, se benefician cada vez más de
la cercanía con la ciudad, puesto que son los lugares en los cuales, hay gente
de la capital trasladándose a vivir, lo que ha hecho que el crecimiento económico
y demográfico se haya disparado en gran escala.
En materia de medio ambiente, la ciudad ha
intentado establecer nuevos mecanismos de control y seguridad en las zonas de
espacios de reserva natural en los cerros orientales, pero por más que lo ha intentado,
la sobrepoblación sigue ganando la batalla, en la que a su elección se
establecen y asientan en estos puntos. Es por ello que la capital, ha perdido
la mayoría de zonas verdes de los cerros orientales, sumando a eso, que la gran
cantidad de personas estimulan la contaminación, y crean servicios públicos
ilegales, procedentes de las montañas, como por ejemplo los acueductos de los
barrios de ciudad bolívar.
Pero, un avance en esta cuestión es la gran
cantidad de Ecobarrios y proyectos ambientales que están desarrollándose en
estos barrios, como la agricultura urbana, y la creación de granjas
comunitarias. Para esto, el distrito se ha mostrado de su lado, puesto que ha
apoyado estas nuevas dinámicas, como por ejemplo, con clases de ecología urbana
en los colegios de la zona y la creación de proyectos ambientales en las
instituciones.
Mientras que muchos de estos barrios de la
periferia de la ciudad piden a gritos añadirse a ella, los municipios aledaños,
luchan cada vez más por su autonomía, y su preservación. Es necesario que la
ciudad de Bogotá haga un nuevo censo y se prepare para la gran demanda
poblacional que tiene consigo, que haga un plan de ordenamiento territorial
claro, en el cual establezca las zonas que deben ser protegidas y que deben perdurar
así para el desarrollo ambiental y el beneficio de quienes la habitamos.
Por
otro lado, es necesario que se tenga un conocimiento de las personas que
habitan la capital, para empezar a construir nuevas dinámicas y mecanismos que
ayuden a la gente de esta ciudad en materia de seguridad, economía y sobretodo
derechos humanos.
La capital de un país tan diverso alberga en
sí a muchas personas de diferentes costumbres y culturas, lo que la hace
dinámica. El distrito debería tener control sobre la totalidad de las personas
que hay en su territorio y garantizar una serie de necesidades y servicios
básicos que no está cumpliendo ya que no da abasto con la demanda. También
debería empezar a crear alianzas fuertes con los municipios cercanos y
garantizar unas redes económicas en las cuales el cambio de mercancías
beneficie a ambos, y de esta manera crezca su capital para poder desarrollar
más proyectos en ambas partes.
Para finalizar, el sector rural es uno de los
más descuidados del país, y a pesar de ser un territorio agrícola en su
mayoría, no tienen las condiciones, garantías ni el reconocimiento que merecen.
Este problema a gran escala se refleja en las ciudades del país y más en su
capital, por ello el distrito debería apuntar más a la inclusión de este sector
y el cómo trabajar con él para el beneficio de todos.