Bogotá es una ciudad que no tiene
control sobre sus límites, ni tiene ninguna coherencia con lo expuesto en el
plan de ordenamiento territorial por parte del distrito. La expansión de eta
ciudad se está trasladando a los pocos espacios de periferia restantes, lo que
es un claro reflejo que en esta ciudad no existe ningún límite territorial, ni
jurídico para frenar la ocupación de espacios protegidos por el distrito. Esto,
es un tema que conlleva muchas problemáticas consigo, como por ejemplo, la de
la incapacidad de la autoridad distrital para asegurarse de proteger los
terrenos protegidos, o simplemente por la incapacidad del distrito en materia
de legalización de barrios de invasión que ya cumplen con los requisitos para ser
legalizados.
Siguiendo el desarrollo de esta
problemática, la capital no está preparada para la cantidad de gente que recibe
a diario, es decir, los recursos y la infraestructura de la ciudad están
diseñados para cierta cantidad de gente, lo que muestra un claro reflejo que es
necesario un nuevo censo, que permita en realidad distribuir y generar planes
de desarrollo por parte del distrito acordes a la cantidad demográfica.
Por otra parte, la corrupción sigue
permeando a todas las decisiones políticas y sociales del país, a tal punto de
llegar a un incremento absurdo en el valor del predio, de habitantes de barrios
que ni si quiera son reconocidos por parte del distrito. Esto, es un tema
constante y preocupante, ya que son las personas de escasos recursos, los que
en esta ocasión se ven afectados por el alza en el impuesto predial.
La poca ruralidad que le queda a la
ciudad, está siendo transformada en barrios nuevos de personas que llegan a la
capital y se adueñan de terrenos que hacen parte del distrito y que con el
pasar de los años terminan siendo suyos.
Esto muestra que la ciudad no tiene
claro cuáles son sus límites y que las grietas institucionales reflejan una
total incompetencia para cuidar lo que es perteneciente a la ciudad. Los
barrios que se adhieren a la ciudad “ilegalmente” permiten que la ciudad sin
quererlo se siga expandiendo hacia los cerros y que además de permitir que haya
una sobrepoblación, permite que se eliminen áreas de reserva natural no solo de
la ciudad, sino del país, y con ello se lleve a cabo un daño ambiental y
ecológico irreversible.
Es necesario que la ciudad de Bogotá, se
sincronice con la cantidad poblacional que la habita, y además que tenga unos
límites y planes de ordenamiento territorial que estén acordes y preparados
para este fenómeno, o de lo contrario, vamos a llegar al punto en el que esta
ciudad no tenga más posibilidades que seguir absorbiendo a los municipios
aledaños y sea cada vez más la insuficiencia por parte sus instituciones para
poder controlar y ordenar su territorio.
Fuentes
• Nación.
(2017). El multimillonario negocio detrás del suelo en la sabana de Bogotá.
Semana.
http://www.semana.com/nacion/articulo/alcaldias-locales-de-municipios-de-la-sabana-estan-cambiando-el-uso-del-suelo/517421
• Redacción
Bogotá (2017) Invierno prende las alarmas en Bogotá. ADN, pág. 2
• Gallego,
D. (2017). Hasta 1.800% aumentó predial en barrios no legalizados del oriente
de Bogotá. BLUE RADIO.
http://www.bluradio.com/bogota/hasta-1800-aumento-predial-en-barrios-no-legalizados-del-oriente-de-bogota-134194
• Personería
de Bogotá. (2017). Deslizamientos de tierra ponen en riesgo a población de
Sumapaz: Personería de Bogotá. semana.
http://www.semana.com/nacion/articulo/deslizamientos-tierra-ponen-riesgo-poblacion-sumapaz-personeria-bogota/258124-3