ANALISIS N.1

Zully Angélica Fierro Aponte
Esteban Estupiñán
Carlos Augusto Pacheco
Daniela Herrera

Parece ser definitivo en las diferentes noticias e incluso en el plan de acción propuesto por el ministerio de educación (Ministerio de educación nacional, 2012)  mejorar la calidad de la educación superior y para lograr esto se trazaron objetivos a corto y a largo plazo. A corto plazo se plantea una mejora de la oferta académica para estudiantes de estratos 1,2 y 3, y a largo plazo se busca una formación que responda a la realidad social de nuestro país, para lo cual hay intervención de instituciones extranjeras que  buscan cooperar con el objetivo que según se dice llevará a un intento de democratizar la participación en la labor del mejoramiento de la educación, permitiendo varias perspectivas que podrían llegar a complementarse. Sin embargo se considera necesario tener en cuenta los movimientos sociales y estudiantiles ya que estos son actores activos dentro del proceso de la construcción educativa con calidad, oportunidad e inclusión.

Con respecto a las noticias que se recibieron en la semana nos damos cuenta que al parecer  estamos actualmente ante un gran avance y fortalecimiento en lo que respecta a la Educación Superior, sin embargo en la cotidianidad, en las charlas diarias e incluso en los diferentes artículos las cosas parecen ser muy distintas. Como muestra de ello está la actual discusión sobre la reforma a la ley treinta, que no responde a una noticia que sitúa al país como ganador de un galardón por su nivel de educación, además al principio de este año en la revista semana María del pilar Camargo publicó un artículo llamado “Uno de cada dos estudiantes que ingresan a la educación superior no culmina sus estudios” y el ministerio de Educación Superior hace pública una gráfica, en la que se muestra que el índice de deserción por semestre es el siguiente: primero 37%, segundo 17% , tercero, 12%, cuarto 8%, quinto 6%, sexto 4%, séptimo 4%, octavo 3%, noveno 3% y décimo 5% (Camargo, 2012).

¿El discurso y el imaginario que vive entre los y las colombianas no refleja la realidad de la excelente educación en Colombia?, o por el contrario ¿son los medios de comunicación los que por intereses políticos o incluso económicos se proponen distorsionar la realidad? Estas preguntas surgen después de leer y discutir las noticias publicadas. Nos enfrentamos en esta coyuntura a un dilema que desde ya suscita, acerca de la veracidad de la realidad. Nuestra posición con respecto al tema en cuestión es que estamos en un proceso de TRANSFORMACIÓN, nos estamos adaptando al cambio y Colombia realmente si está mejorando en la educación superior, sin embargo coexisten con este proceso distintos intereses en el gobierno nacional a nivel político y económico que pueden llegar a interferir con el mismo y que probablemente se reflejen en la información dada por los medios de comunicación.  También coexiste el discurso que se maneja por los y las habitantes del país debido a que se conserva desde antaño, o simplemente se debe al desconocimiento de las novedades, es decir hay un grado de desinformación sobre la actualidad.



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